Concurso Escuela de Música y Vida

  • Superficie:  600 m²
  • Año: 2018
  • Tipo: Concurso Nacional – Primer Premio
  • Ubicación: Asunción, Paraguay

Equipo


Horacio Cherniavsky
Viviana Pozzoli
Roque Fanego
Melissa Figueredo

Magalí Ibarrola
Renato Duria
Diego Soto

“Para un arquitecto, más que la habilidad de imaginar espacios, lo importante es la capacidad de imaginar vida”.

-Aulis Blomstedt

El programa obligaba que nos cuestionemos acerca de la realidad que intentamos impregnar en el barrio y en las vidas de las personas que usarían el edificio. ¿Es posible que la arquitectura esté perdiendo o renunciando a su capacidad de incorporar valores colectivos idealistas como aporte al desarrollo de una cultura? Pensamos en resolver la incógnita mediante hechos, dejando las suposiciones de lado. Hechos tan esenciales y necesarios como el encuentro o la libertad.

Entendiendo a la arquitectura como artefacto (artificio producido por el hombre) decidimos crear un continente, en este caso el prisma desprendido, y un contenido, la vida. No buscamos formas extravagantes ni sobreesfuerzos estructurales, sino una síntesis entre voluntades colectivas y realidades materiales.

Optamos por dos tipos de construcción, que son, la construcción en húmedo y la construcción en seco. La construcción en seco se relaciona a lo tectónico, al ensamblaje, lo articulado, liviano, desprendido del suelo, ligero, ingrávido. La construcción en húmedo se relaciona a lo estereotómico, lo pesado, lo pétreo, arraigado al suelo, buscando la solidez y la transmisión directa de la gravedad. Como propuestas antagónicas, el volumen se configura mediante lo tectónico, los encuentros y las uniones en seco, que descansa sobre el basamento estereotómico, configurando toda la planta baja. Este prisma se eleva mediante pilares de hormigón armado que descansan sobre un cabezal que distribuye las cargas a pilotines hechos a mano. Toda la estructura del volumen superior se arma modularmente con un equipo de herreros, pudiendo inclusive prefabricar los módulos y los ensamblajes in situ.

Estudiando el asoleamiento y los vientos predominantes, orientamos el volumen de la forma más conveniente en climas como el nuestro, situando las caras más chicas este-oeste y las caras largas norte-sur, con sus respectivos aleros.

La permeabilidad del volumen superior consigue la correcta ventilación cruzada, mitigando la humedad y el calor  mediante técnicas pasivas de acondicionamientos. El doble techo de paneles de OSB en la parte interna y chapa ondulada en la externa crean una cámara de aire que aíslan térmicamente el espacio interior, logrando el apropiado confort térmico interior.

Todos los muros de la planta baja se construyen con ladrillos de suelo cemento, fabricados in situ mediante mingas (trabajo comunitario voluntario con fines de utilidad colectiva). El empoderamiento de una comunidad constituye en el principal valor que pretende dejar la construcción del proyecto.