- Superficie: 215 m²
- Año: 2017
- Tipo: Bar
- Ubicación: Asunción, Paraguay
Equipo
Horacio Cherniavsky
Viviana Pozzoli
Fernanda Garicoche
La paradoja de nuestro habitar es destruir para construir. Todo el material utilizado en la construcción proviene de previas destrucciones y extracciones. Lo que hacemos, entonces, es utilizar la misma materia con distintas configuraciones. Partiendo de la premisa de la transformación de lo existente, se abarca el ejercicio proyectual desde el reciclaje y la reutilización de los mismos materiales que se encontraban montados de una manera diferente, en pos de encontrar espacialidades acorde al nuevo programa, y, por qué no, espacios flexibles para futuros usos.
Si la construcción es la manera en la cual materializamos nuestras ideas, el proceso constructivo es la realidad mediante la cual transmutamos nuestros deseos y nuestras intenciones. Intentamos plasmar el proceso como imagen final, dejando el acabado como inconcluso, entendiendo el cambio como única constante.
El estado previo de la edificación contaba con espacios fragmentados, volúmenes agregados y una estructura interna poco flexible. Liberar a la planta de incómodos muros y pilares derivó en la reutilización de los mismos materiales para configurar, mediante una línea recta, la división entre espacios servidos y espacios sirvientes. Logramos eliminar los apoyos estructurales mediante la unión de las vigas de madera originales, usando pletinas metálicas y varillas como tensores.
La integración entre el exterior y el interior se logró mediante la modificación del techo, aprovechando el mismo material para construir la barra.
Despojar al exterior del volumen que marcaba la línea de la vereda permitió la creación de una plazoleta, expandiendo el espacio público, generando un lugar para estar.
La utilización de los andamios como elemento complementario de la construcción nos abrió la posibilidad de aprovecharlo como mobiliario, manteniéndose como apoyo para futuros usos.
Asumiendo la responsabilidad de generar menos residuos, abandonamos la idea del desecho como desperdicio sin posibles aplicaciones. El proyecto, así, se convierte en una colección de distintas posibilidades constructivas y del uso del material.